Vivimos en un mundo donde muchas personas consideran lícito someter o controlar la vida de su pareja por medio de la violencia. Los casos más desgarradores suelen ser cuando sucede del hombre hacia la mujer, y ya es hora de que se diga basta a todo tipo de violencia.
Vivimos también en un mundo en el que muchos niños superan en autoridad moral a muchos adultos, es decir, en el que muchos tendrían que aprender de cómo se comportan los niños, porque muchos han perdido la capacidad de ser empáticos y respetuosos con los demás.
¿Qué pasaría si a un niño le pidieras que pegara a una niña? Un curioso experimento hecho con niños nos lo muestra.
En el mundo de los niños, no se golpea a las mujeres
El vídeo acaba con esta gran frase, la que dice que en el mundo de los niños no se golpea a las mujeres. Algunos niños lo explican así, que no pueden pegarle porque es una niña, pero otros van más allá y, en un discurso que me gusta más, llegan a decir que no lo hacen porque están en contra de la violencia, porque no quieren hacerle daño o porque no se pega a los demás.
¿Qué diría cualquier matratador/a si le hubieran preguntado de niño? No lo sé. Seguro que muchos habrían dicho lo mismo que estos niños, algunos porque lo creerían de verdad y otros porque ya habrían aprendido a ser de una manera de cara a los demás y de otra en la intimidad, pero vale la pena ver a los niños para entender que la violencia, el tratar mal a los demás, es algo que se aprende de los mayores, del entorno, de ver que tu padre lo hace con tu madre, de ver que tu madre lo hace contigo, de ver que pegar y amenazar sirve para conseguir lo que quieres mientras los de alrededor callan y te dejan hacer.
Pues eso, aprendamos de los niños y tengamos claro que no se pega, a nadie. Ni a tu mujer, ni a tu marido, ni a tu pareja, ni a tus padres, ni a tus hijos.